miércoles, 25 de marzo de 2009

En sólo unos segundos.

Te veo desenfocado.
La imagen más preciosa tuya.
Por linda.
Por preciada.
Comiéndote una manzana
de perfil
encorvado
en cuero.
Hoy
te vi…
En tu elemento.
Me di cuenta de que en cinco meses y medio
nunca te había visto en tu elemento.
Prometiste llevarme a un ensayo.
Pero nunca.
¿No se dio?
¿No quise?
¿No me interesó(aste) lo suficiente?
¿¿Por qué no pude amarte??


Hoy te vi.
Distinto.
Tres años distinto.
Uno (¿o más?) novias distinto.
Meses de gimnasio distinto.
Un (seguro muchos) cortes de pelo distinto.
Y quién sabe cuántas cosas más distinto.
Yo no.
Perdí el derecho a saberlo.
Sin embargo
(probablemente sin que vos supieras)
hoy conecté.
Vos tocabas.
Yo al ritmo de tu tambor.
Creo que por una vez te amé.


Martín Senderowicz.
Después de darte a leer esto, de poco sirve el anonimato.
Acá lo tenés. Acá me tenés.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

che!! quiero saber.

me encanta còmo està escrito:
meses de gimnasio, novias, cortes de pelo.

muchos besos.
te qui.

Anónimo dijo...

Cuánta inspiración, ya lo dije...

Jeje.
Ansiosa porque sigas publicando cosas, mi querida J.
Besotes!