domingo, 24 de agosto de 2008

El texto del día después

Necesito vivir sin reflejos por un rato. Tus ojos se volvieron los míos, sólo que peores. Porque tus ojos míos me miran peor. Porque tus ojos míos me juzgan peor. Porque tus ojos míos me reducen a una molécula sin cuerpo, a átomos que no vibran, a un ser completamente desarticulado, a un muñeco roto vuelto a unir con cinta scotch engañosa.
Eso soy ahora.
Eso me siento en este momento.
Eso es lo que me veo ser
lo que me siento ser
ahora.
Y no quiero necesitar que vengas a decirme que no es así.
No quiero necesitar tus ojos tuyos para transformar tu mirada en mi cabeza.
Sólo quiero dejar de reflejar
por un rato
aunque sea cortito
para encontrarme
lejos de tus ojos
lejos de los espejos.
Para serme
yo.
Yo sin nada.
Yo con todo.
Y ahí
cuando mis partes no estén pegadas
sino verdaderamente unidas
volver a mirar en tus ojos
y verte a vos.

1 comentario:

Georgina dijo...

Chucha!...
Qué lindo, me hizo acordar a tu personaje que hablaba algo de los espejos, en la muestra del año pasado
te dejo un beso grande!